viernes, 29 de marzo de 2013

Contestación del Alcalde al escrito de Marto Egido


Señor Marto:

Una de las cosas más dolorosas que puede ocurrirle a una persona es perder su puesto de trabajo. Resulta más doloroso si esa pérdida se produce por un arrebato revanchista del anterior alcalde. Y más todavía si una sentencia judicial avala que el despido es improcedente y aun así no puede hacerse nada porque el mismo alcalde que te ha despedido prefiere pagar la indemnización a reincorporarte. El dolor se multiplica mucho más en estos días en que el desempleo se extiende como una epidemia. 

Lo sé muy bien, porque yo también lo he sufrido al mismo tiempo que tú en las carnes de mi mujer.
No me parece lo más acertado, pero puedo entender que ese dolor te empuje a desahogarte eligiendo un chivo expiatorio en el que concentrar toda tu angustia y todo tu malestar. Parece que me ha tocado. Puedo entender incluso que las personas que te quieren se dejen arrastrar por tus palabras, las crean y te secunden. 
Sin embargo, más allá del dolor de mi mujer, que es una víctima también y no merece tus desenfocadas insinuaciones, y más allá de que ostento un cargo público y parece que por este hecho, como les pasa a los árbitros, tengo que aceptar ser chivo expiatorio de los desahogos de mis ciudadanos, más allá de todo eso, tengo la obligación moral de defender la verdad de los hechos por encima de tu comprensible necesidad de justificar tu dolor.

1.- El que os ha despedido a ti y a mi mujer de forma improcedente ha sido el anterior alcalde, Pedro Luis Medina. No lo olvides. Y ha sido también él quien ha preferido pagaros la indemnización antes que readmitiros. Que quede claro. Nosotros nos hemos encontrado con una sentencia que tenemos que ejecutar.

2.- Es cierto que firmé, con todos mis compañeros de equipo, una carta en la que pedíamos vuestra readmisión, cuando vuestra readmisión todavía era legal y posible. Sin embargo, seis meses después, en febrero, tras la última sentencia judicial, legalmente no se te puede readmitir. No hay ningún documento que acredite que podemos readmitirte. Si lo hay, haz el favor de mostrármelo o incluso de escanearlo y colgarlo en la red (hablo de documentos, no de buenas palabras o promesas más o menos bienintencionadas).

3.- Sabes perfectamente que el mismo alcalde que os despidió desmanteló el personal de la emisora de radio, dejándola en los mínimos. Ahora trabajan cuatro personas a media jornada. Aun así, en efecto, la radio sigue siendo uno de los graves problemas de la economía de Chinchilla, porque sigue teniendo unos gastos desproporcionados. Tu sueldo es muy superior al que dices. ¿Hubieras aceptado, de haber sido posible, reingresar a media jornada? ¿No con tu sueldo, sino con el sueldo de uno de tus excompañeros, del que tendríamos que prescindir? ¿De cuál de los cuatro?

4.- Legalmente no podíamos readmitirte, pero aun así hemos discutido el asunto. La decisión de acatar la legalidad no fue mía. La adoptó por unanimidad el equipo de gobierno que tengo el honor de dirigir. Seis personas. Aunque parezca mentira, las decisiones delicadas las tomamos en equipo. Antes, cada uno de los grupos consultó a sus bases. Por lo menos, nosotros lo hicimos. Y la asamblea de mi partido, Izquierda Unida, nos pidió mayoritariamente que adoptásemos esta decisión. No sé de dónde has sacado que yo hice la propuesta ni que dije (lo entrecomillas como si hubieses estado oyéndolo): “si mi mujer no vuelve, este tampoco”. Ambas afirmaciones son absolutamente falsas. Confío plenamente en cada uno de mis compañeros de equipo y sé que ninguno de ellos pudo trasladarte estas mentiras. 

5.- Dices que te enteraste extraoficialmente de la decisión. Lamento que así fuera. Para habértela comunicado cara a cara, bastaría con que hubieses aceptado mi invitación de venir a verme al Ayuntamiento. Por lo visto te ha molestado que te dijera que eligieras tú mismo el día y la hora y se lo comentases a cualquiera de las administrativas (no tengo secretaria), que controlan mis citas. Como te dije entonces y reitero ahora, lo hago para garantizarte que el tiempo que hablemos voy a estar al cien por cien contigo, sin interrupciones. Así lo hago con cualquiera que pida cita. No se le niega a nadie. Aunque miro el facebook, no suelo responder porque no tengo tiempo y porque prefiero recibir y escuchar las sugerencias en persona. Entiendo además que el tuyo era un asunto delicado y era mejor hablarlo cara a cara en vez de por teléfono o por medio de mensajes. Si se ha producido una filtración, lo siento. Pero aun así podríamos haberlo hablado cara a cara, antes de que la impaciencia te perdiese.

6.- Lo que es de juzgado de guardia, Marto, es que digas que “entre los trabajadores se comenta que el alcalde está diseñando un ERE”. En general en todas tus afirmaciones te basas en fuentes difusas: “me enteré”, “me comentaron”… Te amparas en identidades supuestas para apoyar barbaridades insostenibles. Ningún trabajador del Ayuntamiento te ha podido decir eso porque ni siquiera se me ha pasado por la cabeza. Es una tontería sin sentido. Eso sí, una tontería muy malintencionada por tu parte. Como que vayamos a suspender pagos a proveedores o que se vaya a pedir un préstamo. Ni por asomo.

7.- En cuanto a los altos cargos y dirigentes que aseguras que me han pedido que reconsidere una decisión, que ya te digo que no es mía, solo he recibido un par de correos electrónicos y mantenido una conversación telefónica con personas a las que aprecio y admiro. Como bien sabes, porque te lo han dicho, les he contestado a todos, tal y como ordenan la educación y el decoro. Estoy liado, pero no tanto que vaya a perder las buenas costumbres.
Por lo demás, ya te digo que entiendo el momento que estás pasando, y por eso mismo acepto que se te pueda haber ido la mano en la expresión de tu malestar. Desde luego, a mí no se me ocurriría insultarte ni a ti ni a tu familia, ni atribuirte citas que no son tuyas. Pero está claro que tenemos maneras diferentes de ver las cosas. 
En todo caso, te deseo (y esto es absolutamente sincero y cierto) que rehagas tu vida profesional cuanto antes, y ojalá que en mejores condiciones que las que tenías en el Ayuntamiento de Chinchilla.

Arturo Tendero

Chinchilla, sábado 9 de marzo de 2013

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